Vexilología 6

Hasta hace poco la bandera oficial de Libia era la única monocromática, verde para ser más precisos.

En la actualidad no existe ninguna bandera de un estado soberano que sea de un solo color. 

Ver una bandera es ver color. Si vemos muchas banderas juntas el color se vuelve colorido, contraste, confeti al aire, algarabía cromática.

Por eso es muy habitual engalanar los recintos en los que se celebra alguna feria, romería o fiesta mayor con banderas de papel, banderines o estandartes. 

La Virgen del Carmen patrona de los marinos, en su día grande nunca echa de menos las flores. Le complace más ver engalanados los barcos por los colores básicos de todas las banderas de señales. A mi desde bien pequeño me gusta ver como ondean doblemente, rompiendo el gris plomo, en su reflejo en la mar.

Cuando hace años a las puertas del museo del Louvre en Paris vi  la instalación “apolítico” del artista cubano Wilfredo Prieto que consistía en dos largas hileras de mástiles portando banderas de todos los países, necesité unos segundos y varias "frotaditas" de ojos para convencerme de que no me pasaba nada en la vista al comprobar que todas ellas habían perdido el color.  Todas estaban en tonos grises como si las estuviera viendo, pero solo a ellas -las siempre coloridas y brillantes banderas-, en un viejo televisor en blanco y negro.

Tan asociadas tengo las banderas al color que esa visión me resultó absolutamente irreal y perturbadora.

Por eso creo que el reto de hoy es bien difícil: veamos si alguien es capaz de averiguar de qué doce países son estas doce banderas que han perdido el color. 

Como pista les diré que además del blanco solo hay otros tres colores que han devenido al tono de gris correspondiente.

Para dar la solución

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